En la década de 1950, el Dr. Pressel estubo en varias ocasiones en Holanda con el Dr. Bernard Lievegoed para sumergirse aún más en la Antroposofía. El conocimiento de las siete cualidades planetarias que desarrolló allí pronto se convirtió en la esencia espiritual de su masaje. Durante las conferencias que sostuvo para sus pacientes, comunico de buena gana las cualidades de los diferentes planetas, así describió en cada ocasion dos planetas opuestos . Lo que se explica aquí es la visión antroposófica de las fuerzas de los planetas y sus esencias como un desarrollo cósmico de la naturaleza y el ser humano, por ende su origen esta en las siete veces cosmica relacion y los sentimientos que pueden incorporarse al masaje (esto no tiene nada que ver con la astronomía o la astrología). La ambición del Dr. Pressel era aprender cómo cultivar una conciencia de las diferentes cualidades del tacto al masajear. El hablaba de los planetas como sus maestros.
En 1958 a través de su colaboración con Elisabeth van Schouwen (1929 - 2021, más tarde Lies Pressel), se agregó un nuevo elemento al masaje: Ella sugirió que él expandiera, completara y harmonisara el masaje agregando agarres desarrollados por la doctora Margarethe Hauschka. El Dr. Pressel dio la bienvenida a esto. Lies Pressel, que recibió capacitación en masaje Hauschka, había recopilado una valiosa experiencia terapéutica a través de su práctica anterior. Se dio cuenta de que el Dr. Pressel trabajaba casi exclusivamente con las yemas de sus dedos utilizando las cualidades de agarre descritas como "fricción" por los terapeutas de masaje. El efecto es profundo y energizante, fuertemente influenciado por las cualidades de los planetas mas lejanos. Las cualidades de fortalecimiento y nutrición de los planetas mas cercanos se comunican a través de las cualidades de agarre del masaje rítmico del Dr. Hauschka, que de ahora en adelante se incorporaron a la práctica del Dr. Pressel. Esto dio lugar a que la duración de cada tratamiento sea sustancialmente más larga.
En la práctica de Bayreuth frecuentemente se trataba hasta 30 pacientes por día, por lo que cada masaje debía realizarse de forma mas corta y decidida. Fue importante evaluar rápidamente el estado de salud de cada paciente: el Dr. Pressel tenía un don para palpar y sentir la esencia del tejido y, por lo tanto, también lo esencial para determinar el diagnóstico y seguir los tratamientos. Esta actividad era completamente perceptiva y consciente y no tenía nada que ver con las habilidades psíquicas.
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